LA VIDA DEL CAFICULTOR EN EL CARMEN DE VIBORAL:

El Carmen de Viboral, Antioquia, es famoso en el mundo por su hermosa cerámica artesanal, pero pocos saben que, entre sus montañas y paisajes verdes, también late el corazón de una comunidad caficultora que trabaja incansablemente para llevar el mejor café de especialidad a nuestras mesas. Hoy queremos compartir la historia de estos héroes, cuyo día a día está lleno de esfuerzo, dedicación y amor por la tierra. Acompañamos a los caficultores del Carmen de Viboral, de la mano de un extensionista de la Federación Nacional de Cafeteros, para vivir de cerca su rutina y entender qué hace que su café colombiano sea tan especial.


La herencia cafetera de mi abuelo Alejandrino

Mi abuelo, Alejandrino, fue uno de esos caficultores colombianos que dedicó su vida a cultivar café de alta calidad en las tierras del Carmen de Viboral. Aunque el municipio es más conocido por su cerámica tradicional, mi familia siempre se dedico con esmero a las tareas del campo y esto ha sido un símbolo de trabajo, tradición y orgullo. Hoy, con nuestra marca de café, decidimos volver a nuestras raíces para aprender de los campesinos colombianos que, como lo hizo mi abuelo, trabajan día a día para mantener viva esta tradición.


Un día en la vida de un caficultor del Carmen de Viboral 

La vida de un caficultor colombiano es un ejemplo de disciplina y amor por la tierra La vida de un caficultor colombiano es un ejemplo de disciplina y amor por la tierra. Aquí te contamos cómo transcurre un día típico en el campo:

5:30 am – El despertar con el canto de los pájaros

El día comienza temprano, cuando el sol aún no ha salido. Los caficultores del Carmen de Viboral se levantan con el canto de los pájaros, listos para enfrentar una jornada llena de trabajo y satisfacción. El aire fresco de la montaña los recibe mientras se preparan para salir al campo.

6:00 am – Las primeras labores del día

Con herramientas en mano, los caficultores se dirigen a sus cultivos. Dependiendo de la época del año, las actividades varían: desde la cosecha de café hasta la aplicación de abonos orgánicos para mantener la tierra fértil. Cada tarea requiere paciencia y dedicación.

8:00 am – Un desayuno que sabe a esfuerzo

Después de horas de trabajo, llega el momento de recargar energías. El desayuno es una comida sencilla pero reconfortante, acompañada de una taza de café colombiano recién colado. Es un momento para planear el resto de la jornada.

1:00 pm – El almuerzo, un respiro merecido

A mediodía, el sol está en su punto más alto, y los caficultores se toman un descanso para almorzar. La comida es un reflejo de la cocina campesina colombiana: abundante, nutritiva y llena de sabor. Es también un momento para conversar y reír, compartiendo historias y experiencias.

2:00 pm – La tarde en el campo

Después del almuerzo, el trabajo continúa. Ya sea seleccionando los granos de café, podando los árboles o cuidando de los cultivos, cada actividad es esencial para garantizar una cosecha de café de alta calidad. El compromiso con el café de especialidad se refleja en cada detalle.

5:00 pm – La merienda: un momento de reconfort

Al final de la tarde, los caficultores se toman un momento para disfrutar de un «algo», una merienda que les permite recargar energías antes de terminar sus labores. Suele ser algo sencillo, como un pan con café o una fruta fresca, acompañado de una conversación amena.

7:00 pm – La cena: el cierre de un día de trabajo

Con la puesta del sol, llega el momento de cenar. La cena es un espacio para reunirse en familia, compartir los logros del día y planear las actividades del día siguiente. Es un momento de gratitud y reflexión, donde se valora el esfuerzo realizado.

8:00 pm – Descansar para un nuevo día

Después de una jornada larga y productiva, los caficultores se preparan para descansar. El sueño es reparador, pues saben que al día siguiente el campo los espera con nuevas tareas y desafíos. Así, con disciplina y dedicación, se mantiene viva la tradición cafetera colombiana.


El papel del extensionista: un guía en el campo

Durante nuestra visita, tuvimos el privilegio de caminar junto a un extensionista de la Federación Nacional de Cafeteros. Estos profesionales son un pilar fundamental para los caficultores colombianos, brindándoles asesoría técnica, capacitación y apoyo para mejorar sus prácticas agrícolas. Gracias a su trabajo, los productores pueden optimizar sus cultivos y asegurar un café de especialidad de alta calidad. Si quieres saber más sobre el papel de los extensionistas, visita este enlace de la Federación Nacional de Cafeteros. para conocer más sobre esta labor tan significativa.

El café del Carmen de Viboral: un tesoro escondido

Aunque el café colombiano no es la actividad económica principal del Carmen de Viboral, su calidad y el esfuerzo de sus caficultores lo convierten en un tesoro escondido. Cada taza de café de especialidad que producen es el resultado de horas de trabajo, conocimiento ancestral y un profundo respeto por la tierra. Si te interesa conocer más sobre el proceso del café, no te pierdas nuestro artículo sobre Cómo se procesa el café de especialidad.

La vida de un caficultor colombiano no es fácil, pero está llena de significado y orgullo. A través de este blog, queremos rendir homenaje a todos los campesinos del Carmen de Viboral y a mi abuelo Alejandrino, quien sembró en nosotros el amor por el café. Cada vez que disfrutes de una taza de nuestro café colombiano, recuerda que detrás de ella hay una historia de esfuerzo, tradición y pasión.

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